La anomalía de Alder-Reilly se caracteriza por una granulación aberrante de casi todos los granulocitos neutrófilos. Inicialmente, esta anomalía se parece mucho a la granulación tóxica de la infección o la quimioterapia. Sin embargo, se caracteriza por la presencia de grupos de gránulos muy gruesos dispersos de forma no homogénea. La granulación aberrante o aumentada puede darse además en eosinófilos, basófilos, linfocitos y monocitos.

Esta anomalía no es consecuencia de la inflamación, sino que es hereditaria. Existe una fuerte asociación con las enfermedades de apilamiento lisosomal (mucopolus accharidoses) y la enfermedad de Tay-Sachs.